Para empezar...

Imagina una ciudad o parte de una ciudad de la que sientas cierta confusión por algún motivo. Puede que sientas que es solitaria, sin color, monótona o incluso un poco peligrosa. Seguro que a todos y todas nos viene alguna de estos lugares a la cabeza, ya sea porque la hemos visitado, o por las noticias que nos llegan de ello. Esta es la realidad para muchos habitantes urbanitas a día de hoy. Pero, ¿y si hubiera una manera de usar el diseño (que la hay) para solucionar estos problemas? Se trata del Environmental Graphic Design.

Piensa en el EGD (Environmental Graphic Design) como uno de los pegamentos que pueden mantener unida a una ciudad, desde un punto de vista visual y práctico, de ayuda al ciudadano y de mejora de su interacción e integración con la ciudad, ya sea de manera directa o indirecta (sensorial).

Algunos de estos elementos de interacción o integración son las señales, mapas u obras de arte que ayudan a orientarse y relacionarse, ayudan a sentirse seguro y que incluso pueden servir para iniciar una conversación con un vecino o persona al azar. Muchos investigadores actuales están analizando cómo ésta «filosofía» puede hacer que las ciudades sean más habitables, abordando problemas como diseños confusos o con poca UX para el ciudadano, falta de comunidad e incluso señalización poco desarrollada profesionalmente y a la vez abrumadora (podría encajar aquí la muy habitual contaminación visual, y que ya es probado su efecto negativo incluso en la salud).

Imagen de calles de Tokyo
Imagen de Pexels

El secreto conocido a voces; EGD combina diseño gráfico contemporáneo con arquitectura, paisajismo e incluso con tecnología. Esta mezcla permite a los diseñadores y arquitectos, crear un «sentido de lugar», un lugar conforme, completar los huecos y espacios en áreas que de otro modo podrían sentirse genéricos, triviales, sin alma, y que dichas emociones generadas se trasladen al habitante, creándole un ánimo o un mood amigable, de su ciudad.

Pensemos en letreros y señalización clara en lugares desconocidos, como aeropuertos. O murales en cortes de edificios que agregan personalidad a un barrio olvidado o sin contrastes visuales visibles.

Realmente, y siendo estrictos, no se trata solo de estética, de carteles, de bancos o jardines bonitos.
Un EGD desarrollado con una buena metodología, puede generar que las personas o habitantes se sientan más seguras y felices. Los sistemas de señalización claros pueden aliviar el estrés, mientras que las instalaciones creativas, ya sea un parque a la entrada de un museo o la amabilidad del interior de un hospital, pueden animar a las personas a interactuar y construir un sentido de comunidad, y éste a su vez dar origen a un mayor bienestar individual, mayor participación social o incluso mayor resiliencia.

Sin embargo, la situación actual nos hace pensar que aunque la teoría es clara y nadie la discute, incluso habiendo avances en algunas capitales Europeas desde hace algunas décadas, no es todo color de rosa. La globalización con sus bondades, la migración e incluso alguna arquitectura moderna, también generan puntos de conflicto en esta teoría por la que en algunos casos se originan ciudades desconectadas, donde los espacios públicos simplemente se sienten como lugares para comprar, y no para conectar o convivir. Esto puede generar sentimientos de aislamiento y desconexión de la propia ciudad. Además, está el problema de la "contaminación visual": un revoltijo de letreros y luces comerciales que abarrotan las calles y hacen que todo parezca desordenado y saturado.

¿La buena noticia?
Actualmente, y en particular en los gremios de la arquitectura y el diseño, se tiene todo esto en cuenta, al menos en la manera de lo posible y en proyectos de embergadura. A nivel de Asociaciones de Diseño Comunitarias, aunque no existe una unión y unos postulados comunes, ya se están dando pasos para generar estos espacios de armonía y salud ambiental urbana de cara a los ciudadanos (Valencia o Barcelona son algunos ejemplos en cuanto a grandes urbes ser refiere, pero ya existen ejemplos incluso en localidades de pocos habitantes).
A nivel más pequeño o local, es indudable que tanto en las Universidades como en las escuelas de Arte, ya hay una conciencia tanto de estos problemas o retos, como de todo lo relacionado con lo sostenible y medioambiental, y que siguen algunos mismos patrones.

Museo Guggenheim Bilbao
Imagen Wikipedia

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De encontrar tu camino a quedar impresionado

El Diseño Gráfico Ambiental (EGD) ya no trata solo de letreros llamativos o luces cegadoras que dejan claro que ahí existe un comercio o lugar concreto. Se refiere a usar el diseño como facilitador, para construir o transformar las ciudades en lugares más amigables y visualmente atractivos. Pensémoslo como el guía que nos orienta, informándonos, e incluso haciéndonos sentir un poco más conectado al lugar donde vivimos o que estamos conociendo.

El EGD tiene una densa historia, que comienza con la necesidad de una señalización clara a medida que las ciudades crecían durante la Revolución Industrial. Luego vino el auge de la cultura del consumo, que lamentablemente provocó una pequeña «explosión de anuncios» en nuestras calles y que han evolucionado hasta lo que vemos hoy en día. Afortunadamente, movimientos modernistas como la Bauhaus pusieron un poco de orden en el caos, enfatizando la importancia de fusionar arte, diseño y arquitectura, así como intervenciones en el espacio.

Para la década de 1960 y 1970, diseñadores legendarios como Paul Rand, Saul Bass o Massimo Vignelli, estaban creando sistemas de señalización icónicos (pensemos en mapas del metro) y la identidad visual para espacios públicos. Aquí es cuando el EGD realmente comenzó a despegar como algo propio, con la aparición de organizaciones como la SEGD, y cuyo objetivo es ayudar a los diseñadores a navegar esta nueva frontera del diseño.

Fragmento del Mapa de Metro de NYC de Massimo Vignelli
Fragmento del Mapa de Metro de NYC - Massimo Vignelli

Avanzando hasta hoy, la tecnología ha llevado el EGD a un nivel completamente nuevo. La señalización digital y las instalaciones interactivas se están volviendo más comunes (hoy ya se está implementando en muchas estaciones del Metro de Madrid), ofreciendo información en tiempo real y haciendo que nuestras interacciones con la ciudad sean aún más interesantes (o eso parece en un principio). El como se maneje, desde el punto de vista institucional, es de vital importancia, dejando a un lado sesgos y teniendo en la paletra a los mejores profesionales que estudien y propongan soluciones limpias, escalables y que respeten el entorno, para no convertirlo en la evolución del problema del que venimos.

Museo del Holocausto en Berlín
Viajar al Monumento

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¿Cómo funciona el Diseño Gráfico Ambiental?

Pensemos que el EGD es un sistema de comunicación complejo, transversal, y que lo abarca prácticamente todo, desde un solo edificio hasta una ciudad entera.

Su objetivo principal es ayudar a las personas a conectarse con los lugares que visitan o en los que viven.
¿Cómo lo logra? Piensa en tres áreas clave:

  • Señalización y orientación: Ayuda a encontrar tu camino, ya sea en un hospital, un aeropuerto o un museo.
  • Interpretación y creación de lugares: No solo te guían físicamente, sino que también puede contarte la historia de un lugar y hacerlo sentir especial.
  • Tecnología interactiva: Cada vez más, se utilizan pantallas y tecnología para brindarte información en tiempo real e incluso permitirte interactuar con tu entorno.

Al final del día, sin importar la tecnología utilizada, el EGD se centra en una cosa: las personas.
Se trata de ayudarte a crear conexiones significativas (incluso emocionales) con los lugares que te rodean.

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Ejemplos en el mundo

1. Señalización y orientación:

  • Sistema de metro de Londres: Un diseño clásico e intuitivo que facilita la navegación por la compleja red de metro de la ciudad.
  • Aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam: Señales claras y concisas, además de mapas interactivos, ayudan a los viajeros a encontrar su destino o camino con facilidad.
  • Museo Guggenheim Bilbao: La fachada del museo es una obra de arte en sí misma, y la señalización interior es elegante y funcional.

2. Interpretación y creación de lugares

  • High Line en Nueva York: Un parque elevado construido sobre una antigua línea ferroviaria, con instalaciones de arte, murales y señalización que interpretan la historia del lugar.
  • Museo del Holocausto en Berlín: Un diseño sobrio y respetuoso que crea un espacio de reflexión y aprendizaje sobre la tragedia del Holocausto.
  • Plaza de Tiananmen en Beijing: Un espacio público monumental que refleja la historia y la cultura china.

3. Tecnología interactiva:

  • Times Square en Nueva York: Un espectáculo de luces y pantallas gigantes que crean una experiencia sensorial única.
  • Museo de la Ciencia en Londres: Exposiciones interactivas que permiten a los visitantes aprender sobre ciencia y tecnología de una manera divertida y atractiva.
  • Centro Pompidou en París: Un edificio con una fachada arquitectónicamente innovadora y pantallas que muestran información sobre las exposiciones y eventos del museo.

4. Otros ejemplos:

  • Diseño de interiores de hospitales: Ayudar a crear un ambiente más calmado y acogedor para los pacientes y sus familias (pensemos en como afrontan ciertos acercamientos a hospitales, los niños o niñas), Woman and Child Care Centre in Kolkata.
  • Diseño de señalización para parques y senderos: Ayudar a los visitantes a encontrar su camino y disfrutar de la naturaleza.
  • Diseño de wayfinding para campus universitarios: El EGD puede ayudar a los estudiantes y profesores a navegar por un campus grande y complejo.
Imagen de uno de los espacios del Centro
Woman and Child Care Centre in Kolkata

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