Prólogo
Massimo fue y es un gigante del diseño en toda su expresión. Su trabajo es materia de estudio en cualquier clase relacionada con el diseño y se encuentra en las colecciones permanentes de museos tan prestigiosos como el The Museum of Modern Art, el Museo Nacional de Diseño Cooper-Hewitt (NYC), el Musée des Arts Décoratifs (Montreal) o el Die Neue Sammlung (Munich) por su calidad y trascendencia al diseño.
¿Qué puntos iniciales podemos destacar de su persona?
- Vignelli fue un gran defensor de la cultura y la educación universal.
- Su objetivo fue acercar la cultura a todos los estratos sociales desde la claridad y la simplicidad.
- Poseía un claro y rotundo compromiso con la ética y la responsabilidad social del diseño.
- Creía a ciegas que la creatividad necesita del conocimiento para trascender.
- Publicó «The Vignelli Canon», éste documento gratuito del que hablamos.
- Donó su archivo de trabajo al Rochester Institute of Technology.
Massimo aún es un ejemplo a seguir para las nuevas y futuras generaciones de diseñadores. Su compromiso con la cultura y la educación lo convierte en un referente ineludible, y su legado nos seguirá inspirando a muchos y muchas en nuestro día a día.
Sobre el Canon
El pequeño pero gran documento (The Vignelli Canon), presenta las directrices que los propios diseñadores (y que Massimo lideró desde su experiencia) han establecido para sí mismos como académicas, que pueden y deben servir para sentar unas bases sólidas en lo que al diseño teórico se refiere.
Massimo, desde su perspectiva, notó un conocimiento incompleto de algunos principios básicos en las nuevas generaciones, y deseó compartir sus conocimientos para mejorar algunas habilidades. La creatividad necesita conocimiento para rendir al máximo.
El libro no pretende coartar la libertad en la creatividad o las ideas de innovación, sino proporcionar una base sólida en temas imprescindibles en la carrera del diseño. No son las reglas, si no la ausencia de aplicación de algunas de ellas.
La parte del Canon que más me ha seducido, no quitando importancia a las cuestiones más técnicas que se dan en la otra, es la referida a la intangibilidad, a los elementos no materiales que no se pueden ver o tocar, que aportan la experiencia y el significado que los hacen memorables y valiosos para la persona, y que son esenciales para la experiencia que se experimenta cuando se interacciona con un sistema diseñado.
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Aunque no se desgranen ni se entre en profundidad, recordamos que algunas de las partes tangibles del diseño, que crean la base visual y funcional, y que por tanto se refieren a elementos físicos y perceptibles del diseño que se pueden ver, tocar y sentir son:
La tipografía, las imágenes, el color, los materiales, los acabados...
El equilibrio entre ambas cualidades (tangible e intangible) es la encargada de crear una experiencia completa y pregnante.
La Semántica
En este punto, Massimo considera que la semántica es uno de los tres aspectos más importantes del diseño. La define como la búsqueda del significado. Esta búsqueda puede tomar muchas direcciones, como investigar la historia del tema o problema, la empresa, el producto, el mercado, etc. Es importante dedicar tiempo a esta búsqueda para encontrar el significado preciso y esencial.
La semántica proporciona la base del buen diseño. Se convierte en una parte esencial del proceso y el punto de partida para la creatividad. Massimo hace referencia a lo importante de destilar la esencia de la búsqueda semántica para profundizar con todas las entradas cognitivas requeridas y abiertas.
Según sus propias palabras, la semántica en el diseño es como la música: el resultado final es importante, pero también lo son los procesos que llevaron a cabo la pieza. Sin semántica, se corre el peligro de caer en la superficialidad y el «sin sentido», aunque, lamentablemente, es común. Es crucial que las nuevas y futuras generaciones inserten en sus procesos la semántica como base.
Implica entender el tema en profundidad y relacionarlo tanto con el emisor como con el receptor para que tenga un sentido en ambas direcciones. Aplicar esta base, genera la creación de un significado, sin arbitrariedad, y que cada detalle tenga un propósito previsto y preciso.
Lamentablemente, hay quienes diseñan sin cuidado o con vulgaridad intencionada, contaminando visualmente nuestro entorno. Encontrar formas honestas de comunicación vernácula en el mundo actual es cada vez más difícil.
La Sintáctica
La sintaxis es la disciplina que controla el uso correcto de la gramática en la construcción de frases y la articulación del lenguaje del diseño. Se define por los componentes del proyecto como la estructura, la cuadrícula, la tipografía, las imágenes, etc.
La consistencia del diseño se logra mediante la relación apropiada de los diferentes elementos sintácticos del proyecto. Hay maneras correctas e incorrectas de hacer esto, y ésta propiedad sintáctica es de vital importancia.
Las rejillas son una de las herramientas que ayudan a los diseñadores (y a profesionales relacionados con el diseño) a lograr la consistencia sintáctica.
Pragmática, Disciplina y Responsabilidad
La claridad es otra propiedad para generar efectividad. Un proyecto que no se entiende es esfuerzo en vano (a nivel bidireccional). La claridad no solo se refiere a la estética, sino también a la funcionalidad (usabilidad, interacción, accesibilidad...), y requiere mayormente explicaciones mínimas.
Suele ser un reflejo del del pensamiento del diseñador. Un diseño confuso puede revelar una mente confusa y siempre hay que tener en cuenta la meticulosidad y cuidado en el proceso para evitar confusiones y complicaciones.
El buen diseño debe ser contundente, elegante e intelectualmente estimulante. Debe trascender las modas pasajeras y ser lo más atemporal posible. Los diseñadores tienen la responsabilidad moral (y más en la actualidad) de crear productos que duren.
Me gusta el diseño semánticamente correcto, sintácticamente consistente y pragmáticamente comprensible. Quiero que sea visualmente poderoso, intelectualmente elegante y sobre todo atemporal. M. Vignelli
Massimo insiste también en que la atención a los detalles es fundamental.
No hay lugar para la negligencia o el descuido, -comenta de manera rotunda-. Cada detalle es importante, y el resultado es la suma de todos ellos. No hay jerarquías cuando se trata de calidad: la calidad está o no está. Si no está, hemos perdido el tiempo.
La atención a los detalles requiere disciplina y debe ser un compromiso y un esfuerzo continuo durante todo el proceso creativo. La disciplina nos permite diseñar de manera consistente y poner el foco en la calidad.
Él define la disciplina como un conjunto de reglas autoimpuestas que nos permiten trabajar de forma responsable y controlada. Es una bolsa de herramientas que nos ayuda a lograr continuidad en nuestro trabajo. El diseño sin disciplina es anarquía; un ejercicio de irresponsabilidad.
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Hay un punto que me gustaría mencionar dentro de la disciplina, pero que en su documento aparece como un apartado independiente; la Responsabilidad, quizá el más importante a nivel profesional.
La responsabilidad toma protagonismo para encontrar soluciones económicamente viables y sostenibles. Es otra forma de disciplina, y como diseñadores, tenemos tres partes para a recordar:
- Hacia nosotros mismos: Mantener la integridad del proyecto y sus componentes.
- Hacia el cliente: Resolver el problema de manera económica y eficiente.
- Hacia el público: Diseñar pensando en el consumidor final y la persona.
En cada nivel, buscamos la solución más apropiada, aquella que resuelva el problema sin concesiones y beneficie a todas las partes implicadas. La solución debe hablar por sí misma, sin apenas necesidad de explicaciones. Debe representar la culminación exitosa de un proceso integral y responsable.
Adecuación
En el libro se enfatiza que la adecuación es otro principio fundamental en el diseño. Buscar la raíz de un problema define el marco de soluciones apropiadas y evita caer en caminos equivocados o soluciones incorrectas. A su vez, guía hacia el uso correcto de cualquier herramienta o recursos que necesitemos.
Un diseño adecuado genera la aprobación entusiasta del cliente al resolver su problema de manera específica y acertada, trasciende los estilos, ya que múltiples soluciones pueden ser correctas, pero siempre deben ajustarse al problema.
El documento de Massimo, resalta la importancia de escuchar lo que un objeto «quiere ser» en lugar de imponerle una limitación arbitraria. Sin embargo, en ocasiones, puede haber reglas adicionales para lograr la continuidad necesaria.
Para Massimo, la adecuación es un factor crucial que determina la apariencia final del proyecto y se erige como uno de los principios fundamentales del Canon del Diseño.
En la era postmoderna, el término «apropiado» adquirió el significado de tomar prestado y transformar algo en un contexto diferente. El autor reconoce que esta «apropiación», si se usa adecuadamente, puede ser otra forma de resolver problemas o expresar creatividad.
Lo indeterminado
En este documento, se propone una re-interpretación del concepto de ambigüedad en el ámbito del diseño, distanciándose de la connotación negativa con la que suele asociarse; la vaguedad. En su lugar, se la define como una pluralidad de significados o la capacidad de un objeto o producto de ser interpretado de diversas maneras, siempre que estas sean complementarias y contribuyan a enriquecer.
Desde una perspectiva académica, la ambigüedad se convierte en un recurso valioso para el diseño, ya que permite una mayor profundidad conceptual y una experiencia más completa para una persona o usuario. Se destaca la importancia de un manejo cuidadoso de esta herramienta, ya que un uso inadecuado puede generar resultados confusos o incluso contraproducentes. La contradicción, si bien puede en ocasiones reforzar la ambigüedad, suele ser un indicio de falta de control y cohesión en el diseño.
Belleza intelectual
M.V. explora el concepto de elegancia intelectual, diferenciándola del simple refinamiento. Se trata, para Massimo, del nivel más sublime de la inteligencia, responsable de las grandes obras maestras de la humanidad.
La elegancia intelectual se manifiesta en innumerables obras de arte clásicas y abarca la arquitectura de todas las épocas, la música de todos los tiempos y la claridad científica a lo largo de la historia. Es la guía hacia las mejores soluciones en cualquier ámbito y la meta definitiva de la mente, más allá de cualquier compromiso.
Esta cualidad eleva incluso el objeto más humilde a un plano superior. La elegancia intelectual también se relaciona con la conciencia cívica, la responsabilidad social, el sentido del decoro, la manera de concebir el diseño y el imperativo moral. En esencia, no es un estilo de diseño, sino el significado más profundo y la esencia de la misma profesión.
Notas finales
Massimo era uno de los faros que iluminaba el camino de muchos diseñadores por su creatividad y pasión. Sonrisa cálida y mirada aguda, siempre atenta a cada minúsculo detalle.
Sus manos, que parecían bailar sobre la mesa mientras dibujaba, creaban mundos visuales en el papel. Fue un hombre de convicciones firmes y sólidas, defensor del diseño util y la simplicidad, valores que recorrieron el mundo de la profesión.
Sus palabras, llenas de sabiduría y humor, han inspirado a muchos jóvenes a perseguir sus sueños con tenacidad, y a nunca conformarse con la mediocridad (en la que el insistía mucho, ya que la veía por todas partes; la fealdad).
Su legado vive en cada letra, cada línea y cada espacio que diseñó. Su espíritu creativo sigue impulsando a buscar la belleza en lo cotidiano y a luchar por un mundo mejor a través del diseño.